Los responsables operativos pueden consultar los datos históricos relativos a la actividad de los años precedentes, como los calendarios de mantenimiento rutinario. Gracias a esta información se pueden identificar las demandas recurrentes de tareas y recursos, a partir de las que puede crearse una base sólida para el proceso de planificación. Por ejemplo, el análisis de las tendencias ayuda a los responsables operativos a prever los periodos durante los que ciertas tareas precisarán un mayor esfuerzo en términos de mano de obra. Por otra parte, el sistema tiene en cuenta las competencias específicas necesarias para cada tarea y su categorización (por ejemplo, mantenimiento, reparaciones, inspecciones).