Los responsables operativos y los planificadores están mentalizados para anticiparse a los retos del futuro. Este enfoque supone estar preparados para picos de trabajo previsibles, hacer frente a demandas fluctuantes y reaccionar ante interrupciones imprevistas. La estrategia para abordar estas complejidades reside en una planificación eficaz de las capacidades que garantice en todo momento la asignación eficiente de los recursos, rendimiento optimizado, control de costes y la resiliencia consolidada de la organización.
La planificación de las actividades de mantenimiento y explotación de activos lineales como las redes eléctricas o los gasoductos exige lógicas de coordinación y previsión rigurosas. Estos activos se someten a toda una serie de actividades a lo largo del año, como inspecciones rutinarias, actualizaciones programadas y demás tareas recurrentes, que pueden estar sujetas a interrupciones imprevistas, debido a cambios repentinos en las condiciones meteorológicas, averías de los equipos y emergencias.
Tal podría ser el caso de una utility que se enfrenta a un incremento de la demanda de equipos de reparación durante las tormentas del verano, a la vez que debe hacer lo posible para llevar a cabo el mantenimiento programado de los transformadores antes de la temporada de los picos de consumo eléctrico. Por supuesto, las complicaciones pueden multiplicarse si el proceso de planificación se basa en herramientas tradicionales, como archivos u hojas de Excel, ya que un enfoque así concebido es muy susceptible de generar errores, ineficiencias y pérdidas de tiempo. Por ejemplo, la introducción y actualización manual de datos puede resultar tediosa y a menudo generar incongruencias o errores, como la asignación incorrecta de los recursos o el incumplimiento de los plazos. Al no poder confiar en una planificación eficaz, aumentará el riesgo de errores en la estimación de los recursos necesarios, lo que en definitiva se traducirá en un incremento de los costes y en retrasos operativos que podrían afectar a servicios críticos o incluso provocar interrupciones del servicio.
Aquí es cuando entra en juego la funcionalidad de Capacity Planning. La nueva funcionalidad conjuga datos históricos e información predictiva a fin de elaborar un plan detallado y basado en datos que anticipe la demanda y prevea las necesidades futuras, garantizando así la disponibilidad de los recursos más adecuados en el momento que se más se precisen. Asimismo, cada vez que el sistema se enfrenta a cambios recurrentes, la funcionalidad facilita la replanificación automática, de modo que los responsables puedan ajustar el plan en tiempo real sin tener que reiniciar manualmente todo el proceso de programación.